31 mayo 2018

Frikadas: Los cambiazos

¿Es la comunidad friki refractaria a los cambios? ¿Tiene lógica que se quejen de que una adaptación de un cómic al cine ha cambiado de raza a un personaje, o su historia, o su personalidad?

Arduas preguntas que quedarán sin respuesta, o que traerán respuestas con las que no todo el mundo estará de acuerdo.

No tengo afición a colocarme etiquetas, allá los demás si consideran que me merezco alguna, así que nunca me he considerado "friki". Pero me he rodeado de gente que sí se consideraba como tal, y aunque en todo grupo es imposible que todos coincidan en los mismos gustos es obvio que hemos compartido algunos.

También me parece que con el paso de los años el concepto de friki ha cambiado un poco. Antes era una selecta minoría que se recreaba en su diferencia con los "normales", y tenían cierto nivel de cultura y conocimientos sobre varias temáticas. Y ahora me da la sensación de que es una etiqueta que se puede poner cualquiera que haya visto una peli de Marvel o dos episodios de "Pokémon". Al final el esfuerzo del frikismo por volverse popular y aceptable ha atraído a gente que no lee ni cómics ni libros siquiera, y futbolistas que se tatúan su nombre en élfico. Y no digo que sea bueno ni malo, sólo comento esta impresión.

Recuerdo esa era de sequía de cine superheroico. En realidad siempre se han hecho películas de superhéroes, como aquella de "Superman" en 1978, la de "Batman" en 1989 y sus varias secuelas en los 90, así como otras menos exitosas como "The Shadow" o "The Phantom", la aborrecible "Spawn" de 1997 o la animada "Blade" de 1998... Pero teníamos la sensación de que no se estaba haciendo casi nada (recibimos Blade como una peli de acción más sin relación con un cómic), y lo que se hacía era bastante mejorable. Pasamos los años 90 soñando con que la "Patrulla X" tuviera su película, e imaginando el cásting de estrellas (por ejemplo, Rutger Hauer como Magneto).

Para que ustedes se hagan una idea, cuando en el 2000 se estrenó "El protegido" de Shyamalan, salimos del cine encantados de haber visto una de superhéroes por fin y por sorpresa (la vimos de estreno sin saber de qué trataba, sólo porque era del director de "El sexto sentido" y salía Bruce Willis). Unos meses después se estrenó "X-Men" y el resto es Historia. Ahora el género de superhéroes está afianzado y es de los más rentables.

El caso es que "X-Men" ya mostraba una adaptación con bastantes diferencias con los cómics. Lobezno no era un tipo bajito con un traje amarillo, sino un señor tirando a alto con un traje negro, y el personaje de Pícara parecía mezclado con el de Júbilo... Pero bueno, no recuerdo que hubiese mucha crítica por ello. Bastante era que se había llevado el cómic al cine como para encima andar quejándonos.

Sería ridículo, por parte de los fans, esperar que una película con actores sea una versión animada del cómic. No se suele adaptar una historia concreta de forma fiel y exacta (incluso "300" tenía sus licencias), porque no se puede, porque conviene más hacerlo de otra manera, o porque un listo ha tenido una idea mejor. La adaptación es una obra nueva, y si bien no es una creación ex nihilo sí tiene una entidad propia, con padres creadores diferentes que darán a luz una criatura diferente.

¿Pero si cambian demasiadas cosas deberían cambiar el nombre a la obra? Bueno, si fueran honrados sí, supongo que si alguien compra la marca puede hacer con ella lo que quiera, pero si llega un momento en que cambia tantas cosas que la desvirtúa... ¿Pero cómo juzgar cuando ha llegado ese momento? Es como la historia del navío de los Argonautas que exhibían los antiguos griegos... Obviamente con el tiempo le tuvieron que ir cambiando piezas, y puede que al final ninguna de las piezas exhibidas fuese original. ¿En qué momento dejó de ser el navío de los Argonautas? Las células de nuestros cuerpos también se sustituyen con los años y... Bueno, me he desviado del tema. Es la edad.

Recuerdo que antes del estreno de "Daredevil" me llegó un e-mail con el título "Kingpin es negro", de alguien a quien no le había parecido bien que se cambiase de raza al villano. Bueno, a mi me da igual, considero que es un personaje que no está definido por su color, y querían contratar a un actor que fuera a la vez grandote y medianamente conocido, y no tenían mucho donde elegir.

Me llama la atención que algunos frikis se quejen por estas cosas, la verdad. Y luego dicen que se montaría un buen pollo si fuese al revés y un actor blanco interpretase a un personaje negro. Pues no está tan claro, porque para "Ghost in the Shell" contrataron a una blanca para hacer un personaje que en el original era japonesa, y no es la única vez que se ha hecho un cambio blanqueante. Y me sigue pareciendo igual de bien una cosa que otra. La marca es suya y contratan a quien les de la gana, y van a vender más con Scarlet Johansson que con una actriz japonesa. Y si quieren fichar a Idris Elba para hacer de Heimdall pues me parece bien también.

Esto me recuerda a los conejos domésticos, si les cambias la marca del pienso se vuelven locos y no quieren probar el nuevo. Son muy maniáticos. Algunos frikis me recuerdan a los conejos. Supongo que la personalidad tipo de los frikis es más propensa a ser reticente a los cambios, por algún rollo psicológico de esos que salen en los test Myers-Briggs.

También me hace gracia cuando algún friki critica una película antes de verla, todo indignado. Primero, porque casi seguro que irá a verla de todos modos. Segundo, porque aunque consiga hacer un pequeño boicot estas películas ya no se hacen para una minoría friki hardcore sino para un gran público, generalista o friki light.

Y esa es un poco mi reflexión sobre el tema. Son películas, es otro medio, son otros creadores, es lógico que sea diferente.

18 mayo 2018

Música: Guerra de Vietnam

Mi generación estuvo en la guerra del Vietnam. No físicamente, desde luego, porque la guerra ya había acabado antes de que llegásemos a la edad de reclutamiento, pero sí en un sentido espiritual y cultural.

Los yanquis perdieron la guerra y trasladaron el trauma a la ficción. Como colonia de EEUU recibimos su propaganda, y muchos varones preadolescentes soñaban con ser Boinas Verdes y adentrarse en la jungla a disparar a los charlis con un M16.

En el plano musical vamos a visitar algunos daños colaterales de esa guerra.

Primera parada, 1966, la balada de los Boinas Verdes. A continuación la versión original, aunque pueden encontrar una versión en español aquí: Ballad of the green berets - RARE VERSION IN SPANISH



Era la primera fase de la "operación policial" de EEUU en el sudeste asiático, en la época en la que John Wayne podía hacer una película patriótica sobre el tema y parecía tan limpia moralmente como un western.

La segunda parada es Woodstock. Aquí ya tenemos oposición al reclutamiento forzoso, entre los asistentes al concierto habría jóvenes que podían ser llamados a filas.



La canción es de 1967 y el concierto de 1969. Jipis melenudos que no quieren ir a matar amarillos ni volver en ataúdes. Una actitud francamente antipatriota.

De este género de las canciones protesta hay abundancia de ejemplos. En aras de la brevedad no pondremos ninguno más. Baste con decir que el sentimiento contrario a la guerra iba creciendo, con sus manifestaciones, los que huían a Canadá para no ser reclutados, los testimonios de atrocidades cometidas por el ejército yanqui, la cantidad de soldados muertos...

Y la guerra acaba en 1975. Los veteranos sufren problemas, el país sufre una crisis de autoestima, y el cine nos recuerda lo mala que es la guerra. Hasta que los patriotas recuperan poder político y mediático para volver a su discurso original, la guerra era necesaria y perdimos por culpa de políticos que no nos dejaron ganar. O, por el lado más moderado, centrarse en que los soldados eran pobres chavales metidos en un jaleo a la fuerza o engañados, inocentes que estaban ahí esquivando balas (bueno, y matando un poco, pero a desgana y sin maldad).

Es cuando en las colonias vamos mamando esta cultura guerrera y sus historias de ex-combatientes, "Rambo", "Desaparecido en combate", incluso "El equipo A". Todos los héroes de acción han luchado en Vietnam, es donde se han convertido en hombres de verdad y aprendido todo lo que saben.

Es el momento en el que puede aparecer una canción sobre un marine que regresa de la muerte para ayudar a sus compañeros, "Camouflage" (1986). Una rareza divertida y épica que ofrecemos a continuación. Jungla, charlis, armas encasquilladas, napalm, y balas que vienen con tu nombre.



Los años 80 pasan y los veteranos cada vez son más viejos. Y como suele decirse, "Comedia = Tragedia + Tiempo". Se pueden hacer parodias como "Hot Shots 2", y en el plano musical lo del Vietnam ya sólo da juego para cosas como "Rambo Total" (1996), donde un imitador de Rambo nos informa de que tiene miedo, esto es un infierno, y no siente las piernas.



Como nota final, recordar que Rambo nunca dijo "No siento las piernas" sino que cuenta cómo a un amigo le volaron las piernas y no las encontraba. Y con esto acabamos, espero que les haya entretenido y recuerden que allí en Vietnam estuvimos todos de una forma u otra. Y fue muy duro, pero a veces deseamos volver por unos instantes. Allí manejábamos millones de dólares en equipo y aquí no nos dan empleo ni de lavacoches.

06 mayo 2018

Apropiación cultural

Es evidente que en nuestra sociedad todavía hay racismo. ¿Cómo me iría en las entrevistas de trabajo si mi aspecto fuera de gitano? ¿Recibiría muchas ofertas si en mi CV mi nombre de pila fuese Mohamed? Bueno, seguro que a ustedes se les ocurren muchas situaciones de discriminación, aunque también se han dado cuenta de que no se trata igual a un negro norteamericano con dinero que a un negro africano sin dinero.

A poco que tengamos empatía nos damos cuenta de que hay que luchar contra el racismo. Por desgracia esto de la empatía no abunda, y el cerebro humano tiende a hacer distinciones tribales. Tampoco ayuda que algunos medios de comunicación estén en manos de gente racista [1], que cuando hay un suceso sólo destaca la nacionalidad o raza de los agresores cuando no es española, pero no lo destaca en el caso de las víctimas.

¿Pero cómo luchar contra el racismo? Parece una tarea complicada. ¿Hay que ser abogado y pleitear? ¿Hay que ser dueño de un medio de comunicación? ¿Algo más sencillo? Se puede empezar por tratar a las personas como individuos, cada cual con su circunstancia, y exigir que se mejoren las circunstancias de todos los individuos. Para el pensamiento racista los genes están por encima de toda circunstancia vital, y si dejamos a un bebé chino en una isla desierta piensan que acabará comiendo con palillos porque lo lleva en la sangre.

Y así llegamos al tema del artículo: El concepto de "apropiación cultural". Por culpa del posmodernismo hay gente que piensa que luchar contra el racismo es evitar que se puedan sentir ofendidas personas de grupos oprimidos (aunque la persona como individuo no haya sufrido esas opresiones, lo que cuenta es la pertenencia tribal a un grupo). Y creen que estas personas se ofenderán si ven que personas de otros grupos se "apropian" de "su cultura". Cultura que a lo mejor piensan que se lleva en los genes, por cierto, lo que paradójicamente convertiría el concepto de "apropiación cultural" en una idea racista.

Por ejemplo, la teoría de la apropiación cultural dirá que sólo te puedes hacer trencitas en el pelo si eres de raza negra, y que si una persona de otra raza se hace trencitas está faltando al respeto y además ignorando un profundo sentido cultural que tiene llevar esa estética, aunque ahora mismo no te sabría explicar en qué consiste y ninguna persona negra se haya sentido ofendida. Antes pensábamos que era racista pensar eso de que si eres de tal raza sólo te puedes vestir y peinar de una manera, pero ahora esta gente ha descubierto que era al revés, que borrar las diferencias sería racismo y que lo bueno es mantener los estereotipos raciales.

Porque lo que realmente les importa es ponerse la medallita y decir que están luchando por un mundo mejor. Quieren casito, y creen que ganan puntos por señalar a los demás lo que están haciendo mal. Supongo que la mayoría aún son recuperables, y que ese deseo de mejorar las cosas se podría canalizar hacia algo útil que no recuerde a la Inquisición, pero para ello deberían reflexionar un poco sobre si lo que están haciendo es útil para la causa o están consiguiendo los efectos opuestos.

¿Existe algún caso real en que una persona esté legitimada en ofenderse por una apropiación cultural? No lo descartemos a priori por cuatro idiotas, vamos a pensar en ello.

Lo de "legitimada" lo digo porque ofenderse se puede ofender cualquiera por cualquier cosa subjetiva, de lo que hablamos es de si existe una razón objetiva.

Un ejemplo de los que se suelen manejar es lo relacionado con las creencias espirituales, por ejemplo que alguien por moda o estética luzca símbolos religiosos sin ser creyente. Bueno, ahí tenemos que reconocer que sí que puede haber un motivo de ofensa, aunque no siempre. Dependerá del significado que ese símbolo tenga en esa religión y de cómo se esté usando. Así que tampoco sería una regla válida en el 100% de los casos. Por ejemplo, si un ateo lleva un crucifijo no creo que un católico tenga derecho a ofenderse, pero si se lo mete por el culo sí que tiene derecho a ofenderse. Aunque a eso yo no lo llamaría "apropiación cultural", habiendo otras palabras para definirlo.

Una "apropiación religiosa" (palabra que no usarán en lugar de cultural) sería que alguien llevase kipah sin ser judío, o el turbante sij o el brazalete kara sin haber hecho los votos del khalsa.

Otro ejemplo, que alguien pretenda ser un chamán sioux sin ser de raza sioux, y esté cobrando por hacer ceremonias. Bien, ahí o bien se le puede llamar estafador, o bien podría haber aprendido de un auténtico chamán sioux, en cuyo caso estaría en su derecho y sería estúpido criticarle por no ser de la raza correcta. Lo mismo si ha aprendido kung-fu sin ser chino.

Otro ejemplo, disfrazarse de estereotipo racial para ridiculizarlo. Pues es una actitud racista, pero no es una "apropiación" de nada. ¿Por qué inventar palabras nuevas? También es machista, dando otro ejemplo, que hombres aprovechen para vestirse de mujer en carnavales y escenifiquen con ello su idea de "todas putas". Pero no lo llamamos "apropiación sexual".

¿Vender cosas inspiradas en tal o cual artesanía nativa? Bueno, es una explotación de unos elementos asociados a una cultura, cierto. Como hay dinero por medio será un tema delicado, pero no acabo de ver creíble que por ser de tal raza te tengan que pagar un porcentaje de todo lo que se fabrique basado en un diseño de tus antepasados.

¿Ser un pijo y hacer flamenquito? Eso es postureo.



Así pues, por resumir, creo que el concepto de "apropiación cultural" debería desterrarse, aunque hay casos de "apropiación religiosa" indebida, y una serie de conductas racistas que se puede calificar como tales sin camuflarlas con el adjetivo "cultural". También es posible que alguien, sin pretenderlo, ofenda a otra persona, y que se puede aprovechar para explicar las cosas y mejorar la empatía y la convivencia social sin que parezca que estamos protestando para llamar la atención o ganar puntos en el juego identitario posmoderno.

También creo que los progres que se preocupan por estas cosas son mejores que los carcas, y que esa preocupación se puede reconducir hacia una lucha más efectiva.

Y que casos como el de un chino-americano linchando en Twitter a una blanca por ir al baile de graduación con un vestido de inspiración oriental son el ejemplo que decía antes de payasada que va a conseguir el efecto contrario.




[1] "En la primera reunión a la que me convocaron, me encontré a Pablo Mayo, a su socio, a Roberto, a Salazar y a Javier Martínez, jefe de sucesos del periódico Las Provincias, ultraderechista y amigo íntimo de Roberto."
https://www.diagonalperiodico.net/libertades/fortuna-del-negocio-la-prostitucion-va-grupo-minoritario-ultraderechista.html