22 octubre 2017

La movida de Cataluña

Estemos más a favor o en contra, lo cierto es que el proceso independentista catalán ha servido para demostrar unas cositas a quien todavía no las tuviese claras:

  1. Si votar sirviera para algo estaría prohibido.
  2. Si el referéndum hubiera sido legal se podría haber hablado en serio de los pros y contras.
  3. Es imposible que haya democracia dentro del capitalismo.
Sobre el punto uno, hemos visto que para una vez que se ha convocado una votación que realmente podía cambiar algo se ha prohibido y se ha enviado a la fuerza policial a impedirla. Con poco éxito, aparte.

Las elecciones a las que estamos acostumbrados en las supuestas democracias son poco menos que elegir a los capataces de la plantación de esclavos. No votamos quién va a ser el dueño de la plantación, o si dejamos de ser esclavos.

Cuando se ha querido votar algo que podía tener consecuencias graves se ha prohibido. Desde luego, las leyes mismas del Estado hacen ilegal que se puedan hacer cambios contra los intereses de la clase dirigente. Los adictos al régimen mostrarán su sonrisa de beatífica estulticia y dirán "Es que es ilegal, es que es ilegal, es que no se puede hacer algo que es ilegal" en medio de graciosos aspavientos. Claro, como si se pudiera hacer una secesión por la vía legal. Como si Cuba y Filipinas, México y Colombia, se hubieran podido separar de España por lo legal.

O los más enloquecidos diciendo que "Ley = Democracia", "si algo es ilegal va contra la democracia". ¿Acaso las dictaduras no tienen leyes? Ley no es igual a democracia, son dos cosas diferentes. Hace cien años la ley impedía que las mujeres votasen, así que vamos a abstenernos de idolatrar el imperio de la ley.

Dato gracioso. Me comunican que en un programa de TV mañanero entrevistaban a un cura catalán y le preguntaban si la Iglesia no debería apoyar que se cumplan las leyes (no sé si serían las palabras exactas), a lo que el sacerdote respondió que precisamente Jesucristo fue ejecutado por ir en contra de las leyes de su época. Es gracioso porque revela, de nuevo, el escaso conocimiento que se tiene de la religión en los países católicos, ya que estoy seguro de que la mayoría de católicos españoles se ha estado llenando la boca de idolatría hacia la ley y el orden.

Luego están los que dicen que sí que se podría hacer una secesión por lo legal si se cumplen una serie de pasos, como por ejemplo que los independentistas catalanes sean votados por mayoría absoluta en toda España. Bueno, no exactamente, pero los argumentos que dan son igual de imposibles. No, no se puede hacer por lo legal. Nunca se ha podido.

También hay que decir que Rajoy ha sido bastante inepto. Un gobernante más inteligente, como Nicolás Maduro, dejaría que el referéndum siguiera adelante para que la oposición descubriera su debilidad. Ha sido la actuación de Rajoy la que ha provocado que vaya más gente a votar.

En conclusión, me remito a recordar el punto uno (por más que sea típico slogan grafitero); "Si votar sirviera para algo estaría prohibido". Resume a la perfección que vivimos una farsa, una dictadura que permite votar tres o cuatro opciones que estarán de acuerdo en que nada cambie, mientras se insultan entre sí para que parezca que son muy diferentes.

Sobre el punto dos. Al prohibirse la consulta el independentismo consigue su primera victoria: Todo gira en torno al derecho a decidir. Ya no se hace un debate serio sobre los pros y los contras de la independencia.

Cualquier persona que crea en la democracia debe respetar ese derecho a decidir. De los catalanes, a decidir su futuro. Lo de que vote toda España es una mamarrachada. Y aclaro, por si hacía falta decirlo, que no soy catalán ni vivo en Cataluña.

Lo que pasa es que personas que crean en la democracia tampoco hay muchas. Vivimos en el post-franquismo. Los progres se créen de izquierdas, pero rascas un poco y son más bien de derechas. Y de los que se compran la bandera de España en los chinos y la cuelgan del balcón, bueno, de esos sólo puedo decir que son irrecuperables. Nunca han creído en la democracia. Créen en repetir lo que digan los que mandan.

La prensa del régimen ha puesto toda la carne en el asador y la maquinaria de fabricar consenso en torno al gobierno ha logrado sus mayores éxitos desde 1939. De la solidaridad con Barcelona tras los atentados al odio asesino contra los catalanes sólo han bastado dos telediarios.

Si se hubiera permitido una consulta legal, aunque hubiera sido sin caracter vinculante, se hubieran podido hacer debates serios sobre si una Cataluña independiente sería el infierno o el paraíso, si se podía seguir en la UE o habría que salir del euro, si "Espanya ens roba" o no, etc.

Pero a lo mejor es que a los figuras no les ha interesado el debate. Quizás entre el gobierno central y gente como Puigdemont haya un pacto para liar mucho la cosa, y dentro de diez años veremos a los segundos cobrando un sueldo en pago por los servicios prestados al régimen.

Punto tres. Hemos visto que el poder económico ha presionado en contra de la independencia y que grandes empresas y bancos han movido sus sedes sociales. Aparte, toda la burguesía catalana y española ha influído en los medios para que, salvo los que cobran de la Generalitat, todos influyan en los votantes y estos piensen que España debe seguir unida e inalterable. Porque TV3 adoctrina, pero el resto de TVs no, por supuesto que no, y el que lo piense es un mal español.

Todo apunta a que si se pudiera lograr esa independecia habría una guerra económica contra Cataluña. En un país capitalista, en el que cuatro burgueses pueden influir o chantajear a los votantes, la democracia se hace muy complicada tirando a imposible. Pero claro, la gente no tiene muy claro lo que es una democracia y lo que es una dictadura. Básicamente, confía en que la TV les diga lo que es cada país y del nuestro dicen que es democracia.

Aquellos que dicen que el procés está dirigido por la burguesía catalana y por lo tanto hay que oponerse, o no tienen mucha idea o no les importa ponerse al servicio de la burguesía españolista. Los conspiranoicos que dicen que detrás está Soros, o la CIA, o Israel, que nos expliquen por qué van a hacer algo en contra de un país aliado que alberga bases de la OTAN. Sería más fácil de creer que Putin estuviera detrás, pero es que tampoco hay pruebas ni indicios creíbles.

Luego están los que atacan al nacionalismo, pero sólo al catalán, al español no.

Y ahora hay gente que descubre que en España hay "presos políticos". Bueno, los tiene desde 1939 hasta hoy, no ha cesado. Algunos de los legalistas que mencionaba antes dirán que no, "no son presos políticos, es que han violado la ley" y en su beatífica estulticia a lo mejor son sinceros en su ignorancia, pero sepan que cuando se encarcela a un preso político en una dictadura (no sé, pongamos Marruecos por ejemplo) siempre es porque ha violado una ley de ese régimen y siempre ha sido un juez el que ha dictado la sentencia. Exactamente lo mismo que en España.

Cuando tenía 14 años leí una especie de enciclopedia sobre el nazismo y la Segunda Guerra Mundial. Siempre te encuentras gente que dice que eso no puede volver a ocurrir en Europa. Yo después de leer aquello supe que sí que era posible, y que de la gente que decía eso muchos de ellos votarían a Hitler si hubieran sido alemanes de esa época. Y viendo cómo han ido cayendo caretas estos días me reafirmo en ello. Si Hitler les garantiza la unidad de España lo votan fijo.

–¿Hay muchos fascistas en vuestro país?
–Hay muchos que no saben que lo son, aunque lo descubrirán cuando llegue el momento

Por quién doblan las campanas, Ernest Hemingway

1 comentario:

Doctor Zayus dijo...

Me comentan por otra línea que se podría argumentar que en una democracia las leyes vienen refrendadas por los votantes, mientras que en una dictadura no.
Bueno, sigo sin verlo de esa manera, puesto que la única forma de gobierno conocida en la Historia ha sido la oligarquía, se le llame luego "dictadura" o "democracia".
Por ejemplo, en España, la "ley mordaza", por decir una que nos suena como más propia de lo que entendemos por dictadura. Como todas las leyes no podemos decir que se votara directamente, sino a través de los representantes, en este caso del PP. A pesar de legislarse de forma indirecta no cuesta mucho suponer que los votantes del PP estarían muy de acuerdo con ella. El PSOE se opuso, pero me da la impresión de que es un partido que actúa como "poli bueno" cuando está en la oposición y como "poli malo" cuando gobierna, y no espero que lleguen a derogarla, a no ser que con el tiempo se vuelva superflua para el verdadero poder.
En resumen, se aprueban leyes sin participación de los votantes, y si hubiera que votar una ley se permitiría votar sólo si los que mandan están muy seguros del resultado.
Aunque es cierto que pueden haber resultados en las votaciones que contradigan al poder, si se manipula al votante tanto que este acabe dándose cuenta es posible que se rebote y vote a la contra.
De todos modos, me sigue pareciendo absurdo decir que ley y democracia vayan juntas. ¿Es más justa una ley que ha sido votada que una que ha sido impuesta sin votación? En principio diríamos que sí, pero las leyes españolas no han sido votadas libremente. La Transición fue un proceso muy tutelado y con miedo de involución, y el resto de leyes se aprobaron de forma indirecta.
Supongo que en una utopía en que votásemos las leyes de forma libre y bien informada nuestras leyes tendrían un valor moral superior a las de otros países, pero esa utopía aún no ha llegado.