13 noviembre 2012

WildCATs (III)

Para la nueva etapa del comic el dibujante era el canadiense Travis Charest, que había hecho un "anual" de la serie. Su estilo estaba bastante basado en el de Lee, pero con proporciones humanas normales y posturas realistas, y en comparación resultaba un poco feo y menos espectacular. Sin embargo era curioso, porque se convertía más en película y menos en "dibujo animado", y poco a poco iba siendo menos feo y más detallado.

En aquella época hasta los dibujantes aficionados, como yo, imitábamos a Jim Lee. Pero una de las mejores cosas que se puede decir de un artista es que su estilo sea personal y no una imitación. Si vemos una obra y de inmediato sabemos quién es el autor, sin que nadie nos lo diga, es porque tiene un sello personal.
 
Unas de las primeras viñetas de Charest en la serie regular
antes de pasar por el famoso coloreado de Image
 
En los guiones James Robinson, no muy conocido pero buen profesional, frente al anterior Brandon Choi que estaba allí por ser amigo de la infancia de Lee y haber hecho un cursillo de guión cinematográfico.

Los WildCATs están de relax en Aspen, en una cabaña, cuando llega un ataque daemonita. Vudú es gravemente herida. Y la acción se traslada a los Black Razors, un grupo de humanos sin poderes que luchan con armaduras tecnológicas contra las amenazas superhumanas.

Los Black Razors habían luchado contra los WildCATs en la primera aventura, en la que Marlowe le había disparado a la rodilla a uno de ellos. Ahora nos presentan a este hombre, se llama Benito Santini, le han puesto una rodilla nueva pero sufre dolor constante por culpa de ese enano. Es el nuevo líder de la unidad, es católico (acude a un confesor para hacer diálogos que profundicen en el personaje) y cinéfilo (rasgo que no vuelven a usar los guionistas que lo retomaron).

Los Razors trabajan para el gobierno USA y han descubierto que un daemonita metamorfo se ha infiltrado como uno de los WildCATs, con lo que el ataque anterior fue para que Vudú no pudiera identificarlo.

De esta historia destaca la planificación de viñetas y el desarrollo de personajes, y el ritmo con el que se construye la intriga, aunque algunas escenas de acción sean feas. Como fan percibí que esto era diferente, que ya no estaban contando una historia simplona. (Pero tengo que aclarar que en aquella época mi horizonte en cuanto a guiones era el Clavos Rojos de Conan)

Tras descubrir al metamorfo el argumento pasa por la recuperación médica de Vudú, y se descubre que tiene genes daemonitas: Los daemonitas no podían reproducirse en la Tierra, así que hicieron un experimento de hibridación con genes kerubines y humanos. Y lo siguiente es rescatar al miembro de WildCATs que secuestraron los daemonitas para infiltrar al metamorfo Mister White entre ellos.



Las escenas de acción van mejorando
 Al final descubren que un Lord daemonita llamado Hightower está detrás de todo, y se halla en una base de las coda en Washington DC. Jim Lee vuelve a los bocetos en un número en el que los WildCATs se pasan varias páginas matando y mutilando amazonas, hasta que llegan los StormWatch a pararles los pies. Y de ese modo comienza un cross-over entre todas las series de los estudios Wildstorm.

Wildstorm era el estudio que dentro de la editorial Image agrupaba a todas las creaciones y apadrinamientos de Jim Lee.

El cross-over Wildstorm Rising contaba la historia de la búsqueda de las tres llaves que activarían la nave en la que los daemonitas llegaron a la Tierra, y que eran un símbolo de autoridad para sus tres líderes. Y Alan Moore estaba a punto de ser contratado.

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