19 julio 2011

Illuminatus! Trilogy: el relato de Mama Sutra

Cuenta la leyenda que Robert Anton Wilson y Robert Shea trabajaban en la sección de cartas de Playboy. Algunas de las cartas recibidas eran de paranoicos que denunciaban conspiraciones a cada cual más estrafalaria. Esas cartas no eran publicadas sino que acababan en "la pila de los pirados". Pero un día ambos tipos decidieron escribir la Gran Novela, algo que sobrepasara el Ulyses de Joyce, y su premisa era tomar por ciertas todas esas teorías de la conspiración en un pastiche de humor y reflexiones sobre la aventura humana.


La novela no ha sido traducida al castellano. Pero si os atrevéis a leer 805 páginas en inglés encontraréis una diversión sin límites. Es imposible describir su argumento en un sólo artículo. Comienza con una voz incorpórea que nos dice que todo ocurrió el año en que "ellos" finalmente inmanentizaron el Escatón. La voz es consciente de todos los hechos, pero se toma su tiempo para relacionarlos. El clásico narrador en tercera persona entra en el cuerpo de un personaje y comienza a narrar en primera persona. Los puntos de vista se siguen alterando, personaje tras personaje, a veces a mitad de un párrafo. La novela se deconstruye a sí misma. Incluso aparecen críticas literarias sobre la propia obra intercaladas en el argumento.

La conspiración tiene muchas caras. Nuevas informaciones contradicen las anteriores en un ejercicio de disonancia cognitiva. Nada que ver con los libritos para preescolares de Dan Brown y similares; aquí hay que saber leer para entrar en el juego.

Durante la mayor parte del tiempo los Illuminatis parecen ser unos malvados culpables de todo lo maligno que ha ocurrido en la Historia de la Humanidad. Pero uno de los personajes consulta con una adivinadora, Mama Sutra, que le va a contar que los Illuminati en realidad son los buenos... ¿Le está diciendo la verdad o engañando para que se una a los malos? ¿Cómo saberlo?



El relato de Mama Sutra contiene varias referencias literarias curiosas. A ver cuantas captáis. Comienza diciendo que la Tierra ha sido invadida por extra-terrestres, pero de eso hace 50 millones de años. Su nombre genérico es "los Lloigor" (divididos en razas como Tcho-Tchos, Shoggoths, Dholes, etc. y capitaneados por Hastur el Innombrable), y los humanos son de su propiedad, su rebaño. Todas las religiones provienen del Culto del Signo Amarillo, que sirve a los lloigor para mantener el control promoviendo el engaño y evitando que la ciencia avance lo suficiente como para enfrentarse a los invasores.

A partir de la página 530:

Durante la siguiente hora, Danny Pricefixer se sentó absorto mientras Mama Sutra le narraba la guerra más larga de la Historia, la batalla por la libertad de la mente humana llevada a cabo por los Illuminati contra las fuerzas de la esclavitud, la superstición y la brujería.

Comenzó, le repitió, en la antigua Carcosa, cuando los primeros seres humanos fueron contactados por los hombres serpiente de Valusia. Estos trajeron consigo ciertas frutas con extraños poderes. Estos frutos hoy en día serían llamados alucinógenos o psicodélicos, dijo Mama Sutra, pero lo que hicieron con el cerebro de los que los comieron no era en modo alguno una alucinación. Los abrieron a la invasión de los lloigor. El fruto principal utilizado en estos ritos era un primo lejano de la manzana, de color amarillento o dorado, y los hombres serpiente les prometieron: "Comed de esto y seréis todopoderosos." De hecho, los comedores fueron esclavizados por los lloigor, y sobre todo por Hastur, que se instaló en el Lago de Hali. Versiones distorsionadas de lo que ocurrió han llegado hasta nosotros en diferentes leyendas africanas acerca de personas que tuvieron comercio con serpientes y perdieron sus almas, en la historia homérica de los comedores de loto, en el Génesis, y en la tradición árabe utilizada en la ficción de Robert W. Chambers, Ambrose Bierce, y otros. Pronto el Culto del Signo Amarillo se formó entre los comedores de las manzanas de oro, y su primer sumo sacerdote, Gruad, negoció con Hastur para obtener ciertos poderes a cambio de que los lloigor recibieran sacrificios humanos para alimentarse. A la gente se le dijo que los sacrificios eran buenos para los cultivos, y esto, de hecho, era parcialmente cierto, pues los lloigor comen sólo la energía de la víctima, y el cuerpo, enterrado en los campos, devuelve su nitrógeno al suelo. Este fue el comienzo de la religión y del gobierno. Gruad controlaba el Templo, y el Templo pronto controló Hali, y luego toda Carcosa.

Así transcurrieron las cosas durante muchos miles de años, hasta que los sacerdotes fueron ricos, gordos, y decadentes, mientras que los ciudadanos vivían en el terror y la esclavitud. El número de sacrificios aumentaba, pues Hastur crecía con cada víctima cuya energía absorbía, y su apetito creció con él. Finalmente, entre el pueblo, surgió un hombre al que se había denegado la admisión al sacerdocio, Ma-lik, y enseñó que la humanidad podría llegar a ser todopoderosa, no a través de comer las manzanas de oro y sacrificar a los lloigor, sino a través de un proceso que llamaba pensamiento racional. Fue, por supuesto, ofrecido a Hastur tan pronto como los sacerdotes oyeron hablar de su enseñanza, pero tenía seguidores, y estos pronto aprendieron a mantener sus pensamientos y actividades en secreto. Esta fue la época de las detenciones a medianoche, las purgas, y los sacrificios de urgencia en Carcosa, dijo Mama Sutra, y finalmente, los seguidores de Ma-lik (los pocos que habían escapado del exterminio) huyeron al subcontinente Thuranio, que ahora es Europa.

Allí se encontraron con una gente pequeña que había venido desde el norte después de que el pueblo serpiente se hubiera exterminado entre sí en alguna lenta e insidiosa forma de guerra civil. (Al parecer, las serpientes nunca se enfrentaron en una sola batalla durante todo este tiempo: El veneno en la copa de vino, el cuchillo en la espalda, y actividades sutiles similares, habían aumentado poco a poco hasta el nivel letal de una guerra abierta, pero la gente serpiente tenía aversión a encararse con el enemigo que mataban.) La gente pequeña había tenido sus propias experiencias con los lloigor, hace mucho tiempo, pero lo único que recordaban eran confusas leyendas sobre Orcos (a quienes Mama Sutra identificaba con los Tcho-Tchos) y un gran héroe llamado Froto que luchó contra un monstruo llamado Saurn (evidentemente un shoggoth, dijo Mama sutra.)

Pasaron muchos milenios, y la gente pequeña y los seguidores de Ma-lik se mezclaron, produciendo básicamente la raza humana de hoy. Un gran legislador llamado Kull trató de establecer una sociedad racional en los principios de Ma-lik, y libró batalla contra algunos de los hombres serpiente que habían sobrevivido en lugares ocultos. La mayor parte de esto está perdida entre la exageración y la leyenda. Después de más milenios, un bárbaro llamado Konan llegó, de alguna manera, al trono de Aquilonia, el más poderoso reino en el subcontinente Thuranio; Konan reflexionó mucho acerca de los horrores que proseguían en Carcosa, y que percibió como una amenaza para el resto del mundo. Finalmente, desapareció, abdicando en favor de su hijo, Conn, y según dicen, navegó hacia el oeste.

Para leer la novela on-line en inglés: http://www.american-buddha.com/illuminatus!.1.htm


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1 comentario:

Anónimo dijo...

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