(dibujos de Todd McFarlane)
La crisis del imperio romano
Cuando hablamos de caída de un imperio siempre estamos hablando de derrotas por las armas, ya que los imperios se crean y destruyen siempre por la fuerza. Pero lo que nos interesa en esta ocasión es ver la evolución de la sociedad romana antes y después de estas derrotas, puesto que un cambio de régimen no siempre tiene las mismas consecuencias. Quizás el concepto de "Caída" es una interpretación simplista de unos hechos que se alargaron siglos.
La construcción del Imperio Romano se hizo por medio de conquistas militares, en las que la población conquistada sufrió diversos grados de saqueo y matanza, según el caso. Con el tiempo estas poblaciones fueron "civilizadas" (trasladadas de sus aldeas a ciudades, civitas, construídas por los romanos) y romanizadas. Como se vió más tarde en América, fue más fácil conquistar territorios políticamente centralizados (los galos de Vercingétorix) que los repartidos en varias tribus independientes (hispanos). Los recursos del territorio y la propia población se añadían a la riqueza del imperio... hasta que cesaron las conquistas.
El ejércio romano era el más eficaz. Se adaptaban rápidamente a sus enemigos. Si resultaba que, por ejemplo, los hispanos tenían espadas mejores que las suyas, las copiaban. Si los dacios usaban guadañas para cortar los brazos de los legionarios, en pocas semanas Roma les enviaba protecciones nuevas fabricadas en serie. En esta época las batallas se ganaban gracias a la infantería; los arcos eran poco efectivos y la caballería sólo era una infantería que se movía más rápido.
Los legionarios eran siempre ciudadanos romanos. Pero los demás podían conseguir la ciudadanía sirviendo como tropa auxiliar durante 25 años. En el año 212 el emperador Caracalla concede la ciudadanía a todos los residentes del imperio, aumentando los ingresos por tasas, pero la dinastía de los Severos aumentó un 25% el número de soldados y elevó su salario en un 100%. El imperio se vió aquejado por una hiperinflación.
Tras el tremebundo reinado de Heliogábalo, en el 235 el emperador Alejandro Severo es asesinado por sus tropas y comienzan 50 años de cáos en los que se suceden 25 emperadores. Los generales guerreaban entre ellos sin defender las fronteras de las incursiones de los godos. La parte más oriental y la más occidental se independizaron del imperio durante unos años. Medio siglo de guerra causó un colapso en las comunicaciones y el comercio.
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| Maximino el Tracio, legionario afectado de gigantismo, y primer emperador que nunca pisó Roma. |
Cada nuevo emperador tenía que sobornar a sus soldados emitiendo nueva moneda, cada vez con menos metal precioso. La economía entró en una crisis nunca antes conocida. La producción se hizo local, y apareció una clase de agricultores atados a las tierras de los grandes señores, que se volvieron autosuficientes y recelosos de pagar impuestos al imperio. Esta crisis acaba con la buena situación de la mayoría de romanos y sienta las primeras bases de lo que será la Edad Media. Hasta hubo una plaga. Aparecieron leyes que obligaban a cada hombre a tener el mismo trabajo que su padre (sobre todo para los soldados).
Diocleciano logra estabilizar el imperio en lo político y económico, pero ya no es la misma estructura que hubo un siglo antes. Incluso tiene que cambiar su administración y dividirla en cuatro tetrarquías, pues el imperio resulta ingobernable por un sólo hombre. Esto acabará desembocando en una partición efectiva en dos imperios.
Diocleciano fue el primer emperador en jubilarse y dedicarse a cultivar su huerto mientras volvían las guerras y le pedían que volviese. No lo hizo. El poder pasó a Constantino, que impuso el cristianismo como religión oficial. El por qué de esta decisión es objeto de debate, así como el peso real que tenían los cristianos en su tiempo. Las primeras consecuencias; la religión del estado ya no era inclusiva de cultos extranjeros sino excluyente y un nuevo motivo de conflicto. El cristianismo estaba dividido en varias sectas que luchaban entre sí para lograr la supremacía, además de enfrentarse al resto de religiones.
La cultura romana estaba cambiando. Los romanos adoptaban costumbres bárbaras. Algunos emperadores eran descendientes de germanos y sus soldados los proclamaban alzándoles sobre los escudos. El equipamiento del ejército iba perdiendo calidad. Se contrataban mercenarios bárbaros o se sobornaba a sus líderes para que no atacasen. Los bárbaros eran fieles a su caudillo y no al imperio. Además, la mayoría de los germanos se convirtieron a una forma de cristianismo distinta de la oficial (el arrianismo).
Durante el siglo IV las legiones perdieron su superioridad. Desde Asia Central llegaron los hunos, que habían descubierto el estribo y podían luchar eficazmente a caballo sin miedo a ser descabalgados con un choque, y que usaban el arco compuesto, capaz de atravesar las armaduras de mallas. Los germanos cayeron los primeros, pero adoptaron el uso del estribo, y empujados por los hunos se lanzaron contra Roma. La caballería germana podía vencer a la infantería romana, y los romanos tardaron en adaptarse a la nueva forma de hacer la guerra (la Batalla de Adrianópolis en 378, marca el fin de la legión).
Hay más de 200 teorías sobre las causas del declinar del Imperio Romano. Los hechos son que entre los años 235 y 400 hubo una crisis de modelo económico, un agotamiento de los recursos, una pérdida de capacidad militar, una crisis cultural y religiosa, una fragmentación política, despoblamiento, desforestación, aumento del poder de las clases altas y disminución de la clase media, descenso de las comunicaciones...
Pero el imperio aún era demasiado grande para caer. Los bárbaros ni lo creían posible ni lo deseaban. Pero eso es otra historia y será contada en el siguiente artículo.
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