13 abril 2013

WildCATs (VII)

Como decíamos hace un tiempo, Brandon Choi retomó la colección de los WildCATS tras la etapa Moore, comenzando con este número:


Se trata de una etapa prescindible, pero que paso a resumir por puro afán completista. Los nuevos villanos son "los Puritanos", un grupo de humanos opuestos a la influencia extraterrestre en la Tierra, que odia tanto a Kerubines como a Daemonitas por igual.

El hermano de Grifter, Max Cash con el alias de Max Profitt, se ha infiltrado entre ellos. Los Puritanos van a capturar a una Coda de cabello azul, Olimpia Atreides, pero Max la acaba salvando. Olimpia resulta ser una Daemonita, pero está con los buenos de la película.

Una villana Puritana, Gina de Medici, se lleva a Maul en su identidad humana y pensando que es sólo un científico humano, para que haga experimentos con ETs en el Area 52. Esto del Area 52 tiene su gracia, porque acaban apareciendo dos agentes del FBI basados en los Mulder y Scully de X-Files.

Lord Emp vuelve al grupo porque Void le hace olvidar lo sucedido en Khera. Olimpia y Max reclutan al Kerubin llamado Mythos, un tipo super-veloz, y a la monja Eva, que es sobrina de Emp. Los Puritanos atacan a los WildCATs en el edificio Halo...

Bueno, en resumen, que hay mucho movimiento.

El plan de los Puritanos resulta ser conseguir unas muestras de ADN de Emp para viajar al pasado, destruir las naves de Kerubines y Daemonitas, y reescribir la Historia de la Humanidad sin su influencia. Eso también sería el fin de los WildCATs, así que estos también viajan al pasado a impedir el plan. Los portales temporales se van abriendo a diferentes épocas mientras persiguen a Gina y su equipo.

Pasarán por la Primera Guerra Mundial, el Imperio Romano, conocerán a Marco Polo y vuelven a aparecer el Daemonita Hightower y Lord Entropy o Savant en esa época, luego aparecen Majestic y Helspont. La verdad es que la historieta es un batiburrillo bastante cutre, no sé qué hago comentando con tanto detalle... A nivel gráfico Matt Broome hace unos diseños muy noventeros con influencias del manga, pero poco inspirado. El argumento tiene ideas que podrían haber dado juego si las hubiera desarrollado alguien que supiera hacerlo, y si hubiera tenido más tiempo y calma.

La cosa acaba bien, por supuesto, pero muere algún personaje principal. Jim Lee dibuja parte del número 50, que es el epílogo. Vuelve Vudú, se cierran los cabos sueltos... Y en el epílogo del epílogo, con guión de Alan Moore y lápices de Travis Charest, Savant encuentra una carta de despedida de Tao.


En fin, ya sé que no valía mucho la pena, lo hice por completismo, la próxima entrega será mejor.

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